El banano del futuro

El banano se ha convertido en un producto de enorme importancia.

El banano será la próxima planta cuyo código genético será descifrado, según anunció este jueves un consorcio internacional de científicos.
El genoma del banano permitirá a los investigadores desarrollar variedades más resistentes a enfermedades y menos necesitados de agroquímicos.
Esperamos que la decodificación del genoma del banano revele secretos sorprendentes sobre la evolución de las plantas

Claire Fraser, Instituto de Investigación Genómica de Rockville, EE.UU.
Los científicos esperan también usar al banano como un nutracéutico -alimento medicinal- pues, gracias a su empaque natural, es una fruta ideal para el transporte y consumo de medicamentos.
Científicos de 11 países formarán el recientemente fundado Consorcio Genómico Global Musa, a cargo del proyecto.
El banano será en la tercera planta secuenciada, después del arroz y de una pequeña planta llamada Arabidopsis thaliana
Calorías
El genoma de los bananos es relativamente pequeño. El código genético tiene apenas de 500 a 600 millones de "letras", o pares de bases, de longitud. Su ADN gira alrededor de 11 cromosomas.

La primera planta cuyo genoma fue codificado fue la Arabidopsis thaliana.
Agricultores de 120 países cultivan cerca de 95 millones de toneladas de bananos al año, y un 85% de la producción mundial se consume y comercia localmente.
Los bananos son el cuarto producto agrícola más importante del mundo y proveen más de un cuarto de las calorías consumidas por los habitantes de muchas partes de África.
"El banano es la primera fruta exclusivamente tropical que será decodificada", dice Emile Frison, de la Red Internacional para el Mejoramiento del Banano y el Plátano en Montpelier, Francia.
La importancia económica del banano lo hace un candidato ideal para la decodificación -así como el hecho de que es cada vez más vulnerable a las enfermedades.
Se necesitan nuevas variedades que resistan el hongo Sigatoka Negro, que afecta a los plátanos que se consumen tradicionalmente en el mundo en desarrollo. 

El hongo, que ataca las hojas de la palmera, puede reducir la cosecha hasta un 50% y es extremadamente costoso de controlar con fumigaciones químicas.
Sin semillas y estéril
El uso de agroquímicos también es necesario para producir los dulces bananos Cavendish, preferidos por los consumidores de EE.UU. y Europa.
"Los campesinos en el pasado remoto seleccionaron variedades de bananos sin semillas y -por ende- estériles, y multiplicaban los números de plantas por medio de brotes", explica Frison.

Algunos quieren explotar el empaque natural en el que viene el banano.
"Eso hizo que los bananos cultivados permanecieran en un estado de congelamiento en términos de evolución por miles de años y es por eso que hoy en día no tienen la diversidad genética necesaria para luchar contra las enfermedades".
Los científicos esperan además encontrar información general que les ayude a entender el proceso de crecimiento de las plantas.
"Si algo hemos aprendido con la genómica es cuán poco sabemos de biología", señala Claire Fraser, presidente del Instituto de Investigación Genómica en Rockville, Maryland, EE.UU.
"Esperamos que la decodificación del genoma del banano revele secretos sorprendentes sobre la evolución de las plantas". 

Una vez que sean desarrolladas nuevas variedades genéticamente modificadas, sería necesario pagar regalías a la empresas a cargo del proyecto, toda vez que se quiera utilizar las nuevas semillas.
Algunos observadores consideran que estas investigaciones acabarían perjudicando a los campesinos del mundo en desarrollo.

Todo lo que quiso saber sobre el plátano


El banano o plátano, la fruta que más asociaciones exóticas, eróticas, satíricas y hasta políticas despierta, es objeto de un grandioso homenaje en la Casa de las Culturas del Mundo de Berlín, con la mayor exposición de la historia sobre el alimento vegetal preferido de los europeos.

Más de 500 objetos, desde grabados antiguos hasta racimos de porcelana, componen la muestra Todo Banana, que permanecerá abierta hasta el 20 de febrero para subrayar no sólo la importancia alimenticia del plátano, sino su papel histórico y social.
 

La exposición sobre la musa paradisíaca sapientum , la musa paradisíaca de la sabiduría del botánico Linné, ofrece toda la verdad sobre la banana , según asegura Wulf Goebel, bananófilo organizador de la muestra y propietario de la mayor colección del mundo de objetos relacionados con la fruta amarilla.


Goebel ha reunido reliquias y curiosidades como carteles nostálgicos esmaltados y testimonios sobre las condiciones socioculturales de las plantaciones en el mundo o tangas masculinos con apéndice bananero y el cinturón de plátanos con el que bailaba Josephine Baker.


La triunfal carrera de la banana comenzó a principios de este siglo con la comercialización en el viejo continente, vía Inglaterra, de los primeros racimos procedentes de la isla canaria de La Palma.


En Alemania, tras la era puritana Guillermina y junto con el sicoanalista Sigmund Freud, la banana se hizo popular y pasó a convertirse hasta en objeto de interpretaciones lascivas , según reflejaban los cronistas del período de entreguerras.


Del éxito de la banana dan igualmente testimonio los numerosos homenajes musicales de que ha sido objeto y que van desde la Juanita Banana de Georgi Dann, hasta el Come Mr. Dallimann, dalli me banana de Harry Belafonte.
Obras de pintores como el artista pop Mel Rasmus y su colega Andy Warhol, y fotografías, esculturas y collages de artistas de renombre confirman la seriedad de la exposición sobre la influyente fruta tropical.


Hasta la política y la crítica social, con frases satíricas como Alemanes, comed más bananas alemanas de Kurt Tucholski, tienen cabida en el homenaje a la fruta que rompió todas las marcas de ventas con la caída del muro de Berlín hace cinco años y el comienzo de su introducción en el Este de Europa.